Zamora. Un Castillo y cien asedios.
El castillo de Zamora.
La anterior entrada de Zamora culmino con los tapices de la Catedral. Pues bien del poder espiritual pasemos al temporal, que se representa por el Castillo.
Muchos fueron los asedios que sufrió Zamora, por eso cualquier función palaciega quedo desterrada en favor de lo meramente militar. Parece que Alfonso II es quien dio la orden de construir el Castillo, pero es Fernando I quien realmente le confirió su forma hacia mediados del siglo XI.
El Castillo de Zamora se sitúa sobre la parte más alta del cerro donde se ubica Zamora, tiene forma romboidal con tres torres. Lo más destacado es el gran foso que se salvaba mediante un gran puente levadizo.
Con Felipe V en el siglo XVIII se adaptó a los nuevos adelantos de la artillería y finalmente en el siglo XIX fue cárcel y escuela. En el 2009 se concluyó la restauración total del Castillo de Zamora que se constituye así en un excelente mirador hacia la Catedral y los alfoces de la ciudad.
Una agitada historia militar
Los inicios de la historia militar de Zamora se deben a la construcción del primer recinto amurallado por Alfonso III, con el fin de convertir la ciudad en la defensa más avanzada y cerrojo para el acceso a Galicia. Es un reinado de intensa actividad constructiva en todos los órdenes y que marca la fisionomía de la ciudad.
En el 939 tiene lugar la sangrienta batalla del foso. La ciudad resistió tan heroicamente el ataque de los musulmanes que estos solo vencieron una vez que el foso estaba tan repleto de cadáveres que se podía pasar sobre ellos. No duro mucho el éxito, y a los pocos años Zamora era nuevamente ciudad cristiana.
Sin embargo a finales del siglo X Almanzor fue el azote de Zamora y arraso la ciudad en tres ocasiones 981, 988 y 997.
Para evitar tales desgracias en el futuro, Fernando I de Castilla reconstruyo la ciudad y la repobló con cántabros. Hacia 1055 ya se la podía dar el nombre de “la bien cercada”.
Muchas debieron ser la batallas entre “moros y cristianos” pero si hay un asedio que ha colocado a Zamora en la historia, este es entre cristianos. En breve hablaremos de él. Cuando lleguemos al portillo de la traición.
San Isidoro
Y es que antes de llegar al portillo de la traición esta San Isidoro, también llamada Carmen del Castillo. Construcción del siglo XII ordenada por Sancha (Madre de Doña Urraca) para conmemorar el paso de los restos de San Isidoro por Zamora en su traslado de Sevilla a León.
Es una iglesia con elementos románicos y tardorománicos. Tiene nave de tres tramos, cabecera cuadrada y espadaña a los pies. Se mantiene esencialmente románica en toda su construcción.
Desde la espadaña de San isidoro solo hay que dar unos pasos para encontrar el Portillo de la traición, ahora llamado Puerta de la lealtad. La razón es que se invierte la perspectiva castellana, para dar un nombre acorde a un punto de vista leones. Bellido Dolfos como defensor de Zamora no comete ninguna traición, al contrario sus acciones salvan a la ciudad de caer en manos de Castilla.
El más famoso cerco que sufrió Zamora
Y llego la hora de hablar de aquel cerco.
Fernando I primer rey de Castilla dejo este reino para Sancho, León para Alfonso y Galicia para García, Doña Urraca recibió Zamora y Doña Elvira Toro.
Sancho no estaba de acuerdo con el reparto. Ambicionaba todo el reino como primogénito. De manera que ataco el reino de León y por tanto Zamora, señorío de su hermana Urraca. La cual apoyaba a su tambien hermano Alfonso.
Largo y difícil cerco que tras siete meses no había concluido. Es entonces cuando un noble zamorano, Bellido Dolfos salió de la ciudad por el portillo de la traición y fingiéndose desertor se presentó ante Sancho. Mediante una treta le convenció para penetrar a la ciudad por una puerta que abrirían para él, pero fue una emboscasda donde Sancho fue asesinado por el propio Bellido Dolfos.
La veracidad de los hechos no esta probada y tal vez Sancho simplemente muriera durante el asedio. Pero que los romanceros medievales narran el suceso, es un hecho. Como este;
ROMANCE XV DEL CABALLERO LEAL ZAMORANO Y DE VELLIDO DOLFOS, QUE SE SALIÓ DE ZAMORA PARA CON FALSEDAD HACERSE VASALLO DEL REY DON SANCHO
Sobre el muro de Zamora; vide un caballero erguido;
al real de los castellanos da con grande grito:—¡Guarte, guarte, rey don Sancho, no digas que no te aviso,
que del cerco de Zamora un traidor había salido;
Vellido Dolfos se llama, hijo de Dolfos Vellido,
si gran traidor fue su padre, mayor traidor es el hijo;
cuatro traiciones ha hecho, y con ésta serán cinco!
Si te engaña, rey don Sancho, no digas que no te aviso.Gritos dan en el real: ¡A don Sancho han mal herido!
¡Muerto le ha Vellido Dolfos; gran traición ha cometido!Desque le tuviera muerto, metióse por un postigo,
por las calle de Zamora va dando voces y gritos:
—¡Tiempo era, doña Urraca, de cumplir lo prometido!
Hollywood y el asedio de Zamora
Y del romancero pasemos al celuloide para recordar el episodio y sus posteriores consecuencias.
No sabemos si el romancero respeta la realidad, parece ser que el Cid acudió en su ayuda y llego a herir a Bellido Dolfos. Pero pruebas verídicas ninguna. Por cierto la supuesta Zamora es Belmonte del Tajo (Cuenca)
Que el cerebro de este magnicidio hubiera podido ser Alfonso VI, provoca el más que conocido episodio de la Jura de Santa Gadea en la cual Charlton Heston, Oppss, perdón quise decir Rodrigo Diaz de Vivar obliga a Alfonso VI a jurar que no tiene nada que ver con dicha conspiración, bajo la atenta mirada de Doña Urraca.
Donde el Cid fue armado caballero.
Abandonando la Zamora intramuros por la Puerta de la Lealtad, accedemos a unos jardines al pie de las murallas. Continuando por la calle Vega, llegaremos a una rotonda donde tomaremos la primera salida a la izquierda (itinerario peatonal), y caminamos por la calle Trascastillo hasta cruzarnos a nuestra derecha con un calle en cuesta llamada Santiago El Viejo. Si la descendemos por completo, finaliza en nuestro siguiente destino.
Doña Urraca y el Cid
Si la belleza del románico reside en su sencillez, Santiago el Viejo es bella por sobria, elemental, discreta.
Se ubica en el lugar donde los cabaleros realizaban justas y torneos, el llamado campo de la Verdad.
Aquí fue armado caballero Rodrigo Díaz de Vivar El Cid por Fernando I padre de Sancho II y Alfonso VI futuros enemigos y de Doña Urraca. A esta última parece ser que El Cid le agradaba no solo como caballero.
Sino atender a lo que dice el Romancero XIII recopilado por Menéndez Pidal cuando Urraca recuerda los tiempos en que el Cid se criaba junto a ella en su palacio de Zamora.
—¡Afuera, afuera, Rodrigo, / el soberbio castellano /
Acordársete debría / de aquel buen tiempo pasado /
cuando fuiste caballero / en el altar de Santiago, /
cuando el rey fue tu padrino, / tú, Rodrigo, el ahijado;
mi padre te dio las armas, / mi madre te dio el caballo,
yo te calcé espuela de oro porque fueses más honrado;
pensando casar contigo, ¡no lo quiso mi pecado!,
casástete con Jimena, hija del conde Lozano;
con ella hubiste dineros, conmigo hubieras estados;
dejaste hija de rey por tomar la de un vasallo.
Por lo visto el Cid prefería los dineros a los estados (siempre que estas fueran las razones y no otras más pasionales).
La Iglesia de Santiago el Viejo
Se sabe que existía en 1168 pero posiblemente es muy anterior, al menos un siglo. Tiene una sola nave con ábside semicircular.
Su portada es de dos arquivoltas sencillas como el templo. Pero lo más destacable son sus historiados capiteles con una complicada iconografía. Alguna iconografía con motivos sexuales se ha puesto en conexión con la decoración de la colegiata de San Pedro de Cervatos en Cantabria, habida cuenta de los numerosos canteros cántabros que se trajeron a Zamora por Fernando I y otros reyes.
Entre las representaciones figuran, el Infierno, con actos de fornicación, Adán y Eva tras el Pecado Original, la expulsión del paraíso. Y numerosos animales fantásticos.
En uno de los soportes al inicio del ábside hay un capitel con numerosos motivos vegetales tanto arriba como abajo de la escena central. Esta escena muestra animales cuadrúpedos en compañía de humanos. Un personaje sostiene una bola y se encuentra a lomos de un animal. Este animal está rodeado por una soga que también ata al personaje que se encuentra encima de él. Otro de los animales muerde la soga que les atenaza.
En el lado contrario a este capitel se encuentra el más complicado de interpretar. Hay hasta una docena de hombres y mujeres y algún animal, en posiciones circenses y con gran desorden. Como el resto de capiteles de Santiago el Viejo es un auténtico enigma para los historiadores del románico dar con su significado simbólico.
Un breve paseo de 450 metros por la calle Rodrigo Arias nos lleva a la siguiente parada.
Iglesia de San Claudio de Olivares
Otra magnífica obra del románico zamorano, iglesia construida extramuros para servir de parroquia en el arrabal de Olivares. Se ha datado la misma en 1176.
Consta de una sola nave con ábside semicircular en cuyo interior se ha construido una arquería ciega. La portada es de cuatro arquivoltas con una cornisa superior con 10 canecillos. En general el paso del tiempo ha dejado muy deteriorada la decoración de las arquivoltas y capiteles.

Calendario litúrgico
Lo más curioso a pesar del deterioro es el calendario litúrgico basado en las faenas del campo.
Interior
Hoy cubierta de madera pero antaño por bóveda de cañón.
Al igual que en Santiago de los caballeros, los capiteles del ábside tanto en el arco triunfal como los de las arquerías ciegas son los elementos más destacables del interior, en este caso en muy buenas condiciones de conservación. Y como en aquella nuevamente se atribuye su factura a canteros cántabros, y palentinos pues se encuentran similitudes con Santillana del Mar y con Frómista.
Veamos algunos ejemplos.
Cabeza de animal fantástico, puede parecer un gato. De su boca salen sarmientos con racimos de uvas y piñas que en la otra cara del capitel están en forma de viña repleta de racimos y un ave los picotea.
Este son dos capiteles unidos, pues descansan en una columna de doble fuste. El primero contiene dos arpías. (aunque en la foto se aprecia una sola). Tienen sus alas desplegadas con gran plumaje y dos poderosas garras. El capitel opuesto muestra una pareja de leones que elevan sus largas colas por encima de su lomo, Sobre cada león aparece una cabeza canina.

capiteles de san Claudio de Olivares
Este es el más llamativo de todos los capiteles. Dos centauros se enfrentan en combate, uno con barba y bonete esta disparando una flecha. El otro sin barba y con melena sujeta con su mano derecha su cola de pez.
Por ultimo señalar que aquí se venera la imagen del Cristo del Amparo, y este es sacado en procesión los miércoles santo por la cofradía conocida popularmente como las capas pardas. Esta constituye una de las procesiones más originales, y místicas de cuantas pueden verse en España. Al igual que el arte románico su belleza reside en su sencillez y el miserere alistano que les acompaña.
Las Aceñas de Olivares
Justo al lado de San Claudio se encuentran estos viejos molinos del siglo XI totalmente restaurados y que son un testimonio de lo que fue la primera industria de la ciudad.
Llego a haber hasta once molinos de trigo. Con la desamortización de Mendizábal dejaron de ser propiedad de la iglesia, que como no podía ser de otro modo obtuvo excelentes beneficios de los mismos gracias al cobro de servicios y privilegios de exclusividad durante siglos.
Con la desamortización cayeron en el olvido y ha sido en la cercana fecha de 2008 cuando han sido completamente restaurados, no solo la parte arquitectónica, sino los ingenios y artilugios que se usaban en los mismos.
Se ha reconstruido un martillo pilón, un batán y un molino en las plantas inferiores de las aceñas mientras que las plantas superiores son centros de interpretación.
El primero de ellos refiere la importancia de los ríos, los orígenes de Zamora y los de las Aceñas de Olivares. La segunda aborda aspectos económicos, tecnológicos y el modo de trabajar en las Aceñas. Y la ultima hace referencia a las Aceñas en el siglo XVI y sus vicisitudes hasta al actualidad.
Desde aquí hay 650 metros hasta el Puente Nuevo
El Puente Nuevo
Llamado también puente de piedra fue mandado construir por Fernando II de León en 1164. Es el más antiguo conservado y durante mucho tiempo el único. El hecho de llamarle Nuevo es por la existencia de uno anterior en el barrio de Olivares, el llamado Puente Viejo.
Consta de 16 arcos apuntados y entre ellos otros tantos aliviaderos para los casos de crecida del río.
Este puente tenía dos grandes torres defensivas en sus dos orillas que además servían para cobrar los impuestos. Desgraciadamente en 1905 fueron derribadas para dar paso a los nuevos medios de transporte.
Desde el Puente Nuevo en la orilla de la ciudad accedemos a la calle Puente, que en 100 metros nos lleva a la Plaza de Santa Lucia, dominada por el Palacio del Cordón edificio del siglo XVI que acoge al Museo de Zamora
El Museo de Zamora
Lo conforman tres edificios, el mencionado Palacio del Cordón, un modulo anexo diseñado por los arquitectos Tuñón y Mansilla y la antigua Iglesia de Santa Lucia de origen románico y hoy convertida en almacén y lapidario visitable. La visita al almacén es previa cita o bien todos los primeros domingos de mes a las 11:30, en una visita de 25 minutos con aforo para 15 personas.

detalle de la fachada del Palacio del Cordón
El nombre del palacio procede del cordón franciscano que enmarca la portada como si fuera un alfiz.
El Museo a grandes rasgos se divide en secciones de Arqueología y Bellas Artes. De la primera sección lo más destacable es el ajuar de una tumba campaniforme encontrado en Villanueva del Puente. Del 1800 a.c.
Ee el Tesoro de Arrabalde, un conjunto de orfebrería celtíbera en oro y plata datado a finales del siglo I a.c. Su valor reside en que mezcla estilos artísticos iberos con otros castreños del norte peninsular y céltico del noreste. Es decir toda una fusión estilística.
En la sala principal del museo se muestran grandes mosaicos romanos de villas y palacios junto com la pieza más llamativa, la escultura «Nerón y Séneca» de Eduardo Barrón, medalla de oro de la Exposición Nacional de bellas artes de 1904, obra cedida en depósito por el Museo del Prado.
Séneca se encuentra instruyendo a Nerón. Un Nerón pensativo, tal vez piensa el futuro emperador y pirómano, “algún día me vengare de estas clases tan aburridas y ordenare que te suicides”, pero Séneca que tal vez ya lo intuye, prosigue con su clase. Es lo que tiene ser estoico.
Como Séneca era cordobés, la escultura lucio durante muchos años en el vestíbulo del ayuntamiento de Córdoba, ahora lo que ha primado es la patria chica del escultor y por eso está en Zamora.
La colección pictórica tiene algunos cuadros notables como un descendimiento gótico hispanoflamenco o un retrato a cargo de Raimundo de Madrazo.
Pero la obra que más impacta no es un cuadro, es una foto.
Se llama “escena familiar” y nos muestra una humilde familia zamorana, que retrata no solo personajes sino a un país entero. Un país que en 1915 avanzaba muy lentamente en el camino de la industrialización, y en donde la miseria y el analfabetismo eran la norma. Un país en blanco y negro, el negro del luto y las sotanas.
El Museo expone una copia a gran escala de la instantánea, atribuida en principio al fotógrafo zamorano José Gutierrez «Filuco» pero que en realidad la tomo el fotógrafo austriaco pictorialista Heinrich Kühn
Al salir del Museo nos dirigimos a nuestra última parada, la Iglesia de San Cipriano a la que llegaremos ascendiendo la cuesta de San Cipriano, donde se halla el albergue de peregrinos de Santiago, que tiene 32 literas y tan solo pide la voluntad por pernoctar en el mismo.
La Iglesia de San Cipriano
En una excelente ubicación es una de las más antiguas de Zamora, tiene triple ábside cuadrado y una portada original. Es de finales del siglo XI pero con muchas reformas posteriores.

San Cipriano
Tiene la particularidad de que su interior resulta mucho más grande y espacioso de lo que cabría imaginarse desde el exterior. Quizás porque en una de las reformas se la doto de una sola nave con gran cabecera plana y capillas añadidas. Las capillas laterales conservan magnificos capiteles románicos.
Las ventanas exteriores cuentan con sillares tallados, en uno de ellos hay tres figuras y un grabado que alude al año 1094 como fecha de cimentación de la iglesia de San Andres y sus maestros arquitectos. Obviamente el sillar termino usándose aquí procedente de San Andrés.
Otra aún más ornamentada conserva su factura románica intacta incluyendo unas columnillas con fustes y capiteles profusamente decorados. También tiene un sillar incrustado, este con cuatro figuras a la izquierda en una escena que parece representar la Resurrección, mientras que en la otra escena se representa el sacrificio de Isaac por Abraham.
Aquí tenia pensado finalizar este post, que ya tuvo primera parte. He señalado los principales monumentos de la ciudad o al menos los más destacables, pero no están todos, pues la nómina, solo de arte románico es muy superior.
Sin embargo quiero terminar con un brusco cambio de tercio y recordar otros pequeños tesoros de Zamora de época más reciente.
Zamora Modernista
En el último tercio del siglo XIX Zamora va a vivir una cierta recuperación gracias a los beneficios de la industria harinera. La llegada de un arquitecto catalán, Francesc Ferriol i Carreras va a ser un estímulo constructivo gracias a su nombramiento como arquitecto municipal. Junto con él llegaron otros notables arquitectos además de Segundo Viloria, el único zamorano.
La impronta que dejaron este grupo de arquitectos ha permitido que hoy Zamora figure en la Ruta Europea del Modernismo y sea otro de sus atractivos turísticos para aquellos aficionados a la arquitectura mas reciente. La mayoria de los edificios se encuentran en la calle Santa Clara, la Plaza Mayor y calles aledañas.
Ferriol i Carreras tuvo un gran impacto durante el periodo 1908 a 1918 introduciendo un modernismo puramente catalán como el caso de la «Casa Macho».
Otras obras del arquitecto catalán son las casas Aguiar (1908) en la plaza del Mercado, la casa Matilla (1911, ampliada en 1915) en la calle Santa Clara, con una bonita decoración modernista en el portal, o la casa Gato (1912), y la casa Gregorio Prada.
Entre las numerosas obras de este estilo podemos mencionar la Casa Valentin Guerra del arquitecto Gregorio Perez Arribas.
O el Casino de Zamora de Miguel Mathet y Coloma realizado en el año 1905.
Asi finaliza este recorrido en dos etapas por aquella que no se tomo en una hora. Zamora
Webgrafía
http://www.turismoenzamora.es/index.php/es/rutas/por-la-capital/ruta-del-modernismo
http://es.wikipedia.org/wiki/Francesc_Ferriol_i_Carreras