Cuadros para viajar a Venecia.
En el anterior post de Cuadros para Viajar hubo una omisión deliberada, la de Venecia. Si dijimos que los pintores viajeros van siempre a Italia, ahora nos reafirmamos, pues en su periplo italiano Venecia es una parada obligatoria.
Primero los de casa, y no solo Canaletto.
El más famoso pintor de Venecia de toda la historia, no viajo allí, pues era Veneciano, de manera que retrata su ciudad.
En la década de los veinte del siglo XVIII pinto sus primeras obras de juventud como es este caso. La Plaza San Marcos casi igual a como es hoy en día pero con menos turistas, y seguro que tomarse algo en la misma sería más barato. Como si fuera una foto se sitúa frente a San marcos desde un alto y las fachadas laterales nos llevan hacia el templo donde sobresale el campanile. Como curiosidad sabemos que el cuadro se pintó entre 1723 o 1724 pues es la fecha exacta en que el pavimento de la plaza lucia como en el cuadro debido a unas nuevas obras de pavimentación
Como siempre en el pintor destaca la minuciosidad, no solo de los edificios sino también de los habitantes, creando así un ambiente muy realista.
Menos conocido que Canaletto es Michele Marieschi, también veneciano pero que en sus inicios no se dedicó a las Vedutas, sino que realizaba escenografías teatrales y decorados para el carnaval de Venecia. Posteriormente realizo caprichos, y finalmente el éxito de Canaletto le impulso a realizar Vedutas. (la moda es la moda en todas las épocas). Venecia, 1710-1743
Aqui Marieschi nos muestra uno de los iconos de Venecia, la popular Santa Maria della Salute. La iglesia es la protagonista del cuadro con su gran cupula y sus barrocas decoraciones. Frente al edificio de Baldassare Longhena circulan plácidamente las góndolas con personajes luciendo sus mejores galas en un desfile de tipo religioso.
Solo Francesco Guardi se aproximó a la fama de Canaletto como pintor de Vedutas de su ciudad natal. En su juventud Guardi pinto temas históricos y religiosos y sería ya en la madurez cuando opto por las Vedutas. Primero imitando al gran Canaletto, pero más tarde su trazo se volvió más firme, el color más vivo y a su vez introdujo elementos fruto de su imaginación que hicieron que sus Vedutas terminaran derivando en capriccios.
En este cuadro el agua domina la composición y nos conduce la mirada hasta una curva final del canal, los edificios de las orillas nos acompañan, y destaca la cúpula de San Simeone Piccolo inspirada en el Panteón de Roma. En frente otra iglesia, la de Santa Lucia hoy desaparecida, pues en su lugar se encuentra la estación de ferrocarril de Venecia
Y luego llegaron los guiris.
Bueno en realidad el primero, John Singer Sargent, era de Florencia pero de padres americanos. Sargent viajo por España donde conoció y entablo amistad con su contemporáneo Sorolla, y pudo admirar los cuadros de Velázquez que tanta influencia tuvieron en su pintura.
La Vendedora veneciana de cebollas, es un retrato, para eso estamos hablando del mas afamado retratista del último tercio del siglo XIX. Pero tal vez pensó, bueno ya que estoy en Venecia, habrá que pintar una vista de esta singular ciudad, pero yo soy retratista, bueno hagamos un retrato y le dejamos una esquinita a la ciudad. Al fin y al cabo a Velázquez le encargaron el tema de Cristo en casa de Marta y Maria y te planta una vieja y una joven con un mortero y un bodegón, que para mezclar géneros era un genio. Pues Sargent hace lo mismo y además con una paleta de colores muy parecida a la de Velázquez.
De precusores del impresionismo a postimpresionistas.
El francés Eugène Boudin se le considera un precursor del impresionismo, su costumbre de pintar siempre del natural fue muy imitada por los impresionistas que como el caso de Monet se inspiró en Boudin durante sus inicios. Casi al final de su vida viajo a Venecia, época de este cuadro.
El cuadro está dominado por dos veleros y Venecia es una sutil presencia al fondo de la escena. La góndola está pintada en un claro estilo impresionista, y el gondolero esta hecho casi de una sola pincelada, mientras los pasajeros son apenas tres manchas. La góndola nos recuerda donde estamos, pues los veleros podrían ser de cualquier puerto.

Riva degli Schiavoni, Castello (Venecia) 1898 Acuarela. Maurice Prendergast Saint John’s, 1859 -Nueva York, 1924
Al canadiense Maurice Prendergast ya le conocimos en el post anterior y mencionamos la impronta que Italia dejó en su obra. Pues bien Venecia fue la ciudad que más impresiono al norteamericano, sin embargo se alejó por completo de la típica escena de canales y monumentos tan al uso. En este caso es una acuarela cuyo estilo se suele entroncar con el art noveau por entonces imperante.
2 comentarios
Que chulo! no soy muy fan de este museo porque siempre me tira más el Prado pero habrá que ir a rememorar estos grandes cuadros. Recuerdo que algunos cuadros de Venecia (tengo memoria fotográfica) en Berlin. concretamente en el Gemäldegalerie.
Si cuadros hay de todas partes, pero Venecia, siempre ha ejercido una atracción especial a pintores de toda las épocas