El monumento favorito de los catalanes.
En la capital leridana se encuentra uno de los mas destacados conjuntos monumentales de toda Cataluña. Recientemente ha sido elegido como monumento favorito de los catalanes.
Se trata de El Turó de la Seu Vella, un magnifico conjunto monumental con un templo de origen románico aunque con un claro aspecto gótico.
Las vicisitudes sufridas por el monumento durante los últimos cuatrocientos años modificaron claramente su aspecto y usos, y el Turó adopto aires militares.
Su génesis se remonta a la conquista de la taifa de Lérida en el 1149 por los condes de Barcelona y Urgell. En 1203 se colocó la primera piedra y no se concluyó hasta el siglo XV.
La Seu Vella.
La iglesia fue construida por Pere de Coma que fue contratado en 1193, y diseño una catedral en un estilo gótico que aún no se ha desprendido por completo del románico, como muestra su puerta de entrada, plenamente románica.
Esta puerta se llama de Els Fillols (los ahijados) por ser el lugar de acceso de los niños que debían ser bautizados . Se trata de una puerta profusamente labrada que sentó escuela en todos los reinos de la corona de Aragón.
Hasta la construcción del claustro fue la entrada principal por lo que también se llamó Portal de la Seu.
Las iglesias que como en este caso están desacralizadas y con sus paredes desnudas suelen ser grandes piezas artísticas del arte de la arquitectura con una nula interferencia de la escultura y la pintura (salvo las anexas a la propia arquitectura, frisos, capiteles, frescos, etc.)
Esto permite apreciar ese proceso de transición del románico al gótico. El señor Pere de Coma, pensaría cosas como, “quiero innovar pero sin pasarme”, ó “esto del nuevo arte gótico me gusta, pero aquello no, así que lo dejo románico”.
La Iglesia alberga algunos frescos notables como el de la capilla de Santo Tomas. Esta es una de las diez capillas que tiene el templo, capillas dedicadas a las más influyentes familias de Lérida. Muchas de estas capillas son plenamente góticas, como la de la Epifanía o de los Requesens. Esta cuenta con gran decoración escultórica y heráldica.
El Claustro de la Seu Vella
Aunque en estas cuestiones de claustros soy muy fan del románico, aquí debo hacer una excepción. Este claustro gótico es soberbio y monumental, quizás una manifestación propia de una arte que pretende ser urbano y no rural, como el románico.
Tan esplendido espacio sorprende también por su situación frente a la entrada de la iglesia. Esto no obedece a motivos iconográficos o simbólicos sino al mero trazado del enclave, no se podía hacer en otro sitio.
Consta de diecisiete enormes ventanales, doce en el centro y cinco que conforman un gran balcón a la ciudad, un elemento unico e indiscutiblemente original. Solo dos de los ventanales son iguales, el resto son diferentes en su variada decoración de motivos florales y vegetales.
Desde el claustro se accede al campanario cuya cima se encuentra al final de doscientos treinta y ocho escalones y proporciona una vista de toda la ciudad y su comarca. En lo alto sobreviven dos de las once campanas medievales, la Silvestra de 1418 y Mónica de 1486.
Como el claustro se puso en la entrada, esto obligó a crear una puerta en un lado del claustro, la de los apóstoles por haber estado presidida por las estatuas de los mismos. Hoy están muy deterioradas, y la virgen del parteluz y los profetas de las arquivoltas se perdieron.
Esta puerta conectaba con la ciudad gracias a una gran escalinata flanqueada por nobles edificios góticos lo que debía de dar un solemne aspecto al conjunto en sus tiempos de apogeo, allá por el siglo XV. Pero se aproximaban malos tiempos y las campanas se enmudecerían ante el estruendo de los cañones.
El Castillo del rey o la Suda.
Situado en la parte más alta del turó, sus cimientos más profundos son musulmanes, de una fortaleza del siglo IX. Posteriormente fue el edificio civil más importante de la ciudad y en el se produjeron algunos hechos de indudable relevancia. El matrimonio de Petronila de Aragón y Ramón Berenguer IV que sellaría la unión de Aragón y Cataluña, el reconocimiento de Jaime I como rey en 1214, o la prisión del Príncipe de Viana a manos de su intrigante y maquiavélico padre Juan II.
A partir del siglo XVI los reyes dejarían de alojarse en este recinto y las guerras sucesivas lo llevarían a la ruina.
La Guerra y el Turó de la Seu Vella.
Cuatro conflictos han dejado sus cicatrices sobre el Turó (cerro o colina en catalán).
La guerra de los segadores.
Este es el nombre que adopta la gran guerra con Francia de 1635 a 1659 en el escenario catalán, pues al conflicto con el francés se suma la revuelta de los catalanes contra el gobierno del Conde Duque de Olivares, aunque al contrario que en la Guerra de Sucesión en este conflicto hubo zonas que permanecieron fieles a Felipe IV (más o menos lo que hoy sería la provincia de Tarragona).
En 1642 el gran ejército que Felipe IV mando para socorrer Perpigñan y castigar a los iniciadores de la revuelta en Barcelona fue derrotado en Lérida por los franceses a pesar de la inferioridad numérica de estos. Según John Elliot, en su biografía del Conde Duque de Olivares, el ejército avanzo hacia Cataluña parando varios días en localidades de Castilla y Aragón a celebrar cacerías y romerías varias. Que hay tiempo para todo.
Este periodo de dominio francés en Lérida de 1641 a 1644 supuso la destrucción de todo el barrio de la Suda y la integración del conjunto con el resto de la ciudad fue arrasada. En su lugar se levantaron baluartes.
En 1644 los españoles recuperaron la plaza y hasta 1649 se añadieron más baluartes y fortificaciones. En 1647 los franceses hicieron un último intento de tomar la ciudad pero el Príncipe de Condé fue derrotado, lo que le valió su destitución por Mazarino y finalmente el cambio de bando en la guerra.
En este periodo la Seu fue hospital y almacén pero sin perder su condición de templo religioso.
La guerra de Sucesión.
Esta guerra marca la militarización plena del Turó, en 1707 los ejércitos borbónicos tomaron Lérida y saquearon la ciudad. La iglesia fue desacralizada, se ampliaron las defensas y se construyó el revellín de la Media Luna. Además se añadieron baluartes más gruesos y grandes que configuran en buena parte la fortaleza que hoy podemos ver.
La Guerra de la Independencia.
Antes del conflicto ya se hicieron intervenciones, aunque el general Suchet tomó Lérida en 1810 con relativa facilidad en medio de acusaciones mutuas de la Junta de Cádiz y la de Cataluña por cuestiones de competencias y dirección estratégica de la guerra. Ambas se echaban la culpa mutuamente del fracaso en la defensa.
En fin, en cualquier caso el general “No importa” siguió avanzando de derrota en derrota hasta la victoria final.
Tras la guerra se construyó la Puerta del León que hoy es la principal puerta de acceso al conjunto
La Guerra Civil
Con la guerra civil no hubo episodios bélicos destacados pero se instalaron baterías antiaéreas para protegerse de los bombarderos italianos que operaban en Zaragoza. También se habilitaron espacios para realizar fusilamientos como Dios manda, y se construyeron algunos bunkers que aun hoy son visibles. Los último meses de la guerra la Seu Vella fue convertida en campo de concentración.
La Seu Vella permaneció en manos militares hasta 1948, despues de esta fecha comenzaron timidas intervenciones.
A principios de los años 90, servidor pasó por alli y el conjunto se encontraba en un estado ruinoso y de abandono, con escasos espacios rehabilitados. Hoy afortunadamente las cosas son diferentes y el conjunto luce esplendidamente, lo que lo convierte en firme aspirante a entrar en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
Información practica.
Horario del Turó de la Seu Vella.
De 1 de Octubre a 30 de Abril
Martes a Viernes de 10 a 13 y de 15 a 17:30 horas
Sábado de 10 a 17:30 horas y domingos y festivos de 10 a 15 horas
De 1 de mayo a 30 de Septiembre.
Martes a Sábado de 10 a 19:30 horas
Domingos y festivos de 10 a 15 horas
Horario del Castillo de la Suda.
De 1 de Octubre a 30 de Abril
Martes a Sábado de 10 a 13:30 y de 15 a 17:30 horas
Domingos y festivos de 10 a 15 horas
De 1 de mayo a 30 de Septiembre.
Martes a Sábado de 10 a 14 y de 16 a 19:30 horas
Domingos y festivos de 10 a 15 horas
Tárifas.
Seu y castillo 7€. Reducida 6€
Seu 5€. Reducida 4€
Castillo 3€ Reducida 2€
Reducida. Mayores de 65 años. Pensionistas. Jóvenes entre 7 y 18 años. Carnet Joven.
Gratuita: Menores de 7 años. Desempleados. Familia numerosa o monoparental. Los días de fiesta Mayor de Lleida (11 de mayo y 29 de septiembre) El primer martes de cada mes.