La Villa medieval de Sepúlveda.
Románico y cordero lechal son las principales atracciones en Sepúlveda. Un clásico junto con Pedraza y Riaza en la ruta de los fogones segovianos, que tan a menudo emprenden los madrileños durante los fines de semana.
Hablaremos de comer, pero conozcamos un poco la villa.
Situación.
Sepúlveda pertenece a la comarca de la Villa y Tierra de Sepúlveda, ubicada al nordeste de la provincia de Segovia. A 55 km de Segovia, 137 de Burgos, 119 de Madrid, y 115 de Valladolid.
Historia de la Villa.
Sepúlveda tiene orígenes prerromanos, concretamente como castro céltico de los arévacos. La pequeña villa de Duratón a 8 km se cree que es el municipio romano de Confluentia («ciudad ubicada en la confluencia de ríos y/o caminos»).
La primera mención a la villa es la Crónica de Alfonso III de Asturias. Fernán González, el Conde de Castilla la ocupó en el 940. Si bien Almanzor retomaría la villa hasta su vuelta definitiva a manos cristianas, en el 1010.
En esta villa los judíos fueron expulsados en 1468. La colonia judía debió ser importante como atestiguan los llamados arcos de la Judería que según la tradición son la puerta de entrada al barrio judío de la ciudad.
Los Reyes Católicos fueron reconocidos en 1472, rechazando por dos veces a las fuerzas de Enrique IV en las guerras por la sucesión castellana.
Durante la guerra con el francés, la villa aguanto con éxito un ataque de la vanguardia del ejército que el mismísimo Napoleón dirigía hacia Madrid. Y durante la contienda por estas tierras se movió como pez en el agua, Juan Martín Diez «el Empecinado».
Que ver en Sepúlveda.
Oficina de Turismo de Sepúlveda – Centro de Interpretación de la Antigua Cárcel de Sepúlveda. Plaza del Trigo, Nº6, frente al Ayuntamiento. Contacto (turismo@sepulveda.es o 921 540 425).
ENTRADA GENERAL: 3 €
ENTRADA REDUCIDA*: 2 €ENTRADA CONJUNTA CON EL MUSEO DE LOS FUEROS GENERAL: 4 €
ENTRADA CONJUNTA CON EL MUSEO DE LOS FUEROS REDUCIDA: 3 €* Reducida: Grupos de más de 15 personas, niños menores de 12 años y personas mayores de 65 años.
HORARIO: Consultar en la Oficina de Turismo
La Plaza de España.
Originariamente era extramuros pero durante el siglo XIX se transformó en el centro neurálgico de la ciudad e imagen más reconocible. Escenario de fiestas, mercados y verbenas, también fue plaza de toros desde 1603 hasta los años 70 del siglo XX.
Destaca por encima de todo los restos del castillo, que conserva tres torreones y sobre el central se sitúa una espadaña barroca con dos campanas. Campanas encargadas de anunciar el toque de queda que señala el cierre de las murallas. Sobre el castillo se adhirió una fachada barroca con un reloj que tiene un remate con siete llaves labradas. En alusión a las siete puertas del recinto amurallado.
A la izquierda de los restos del castillo arranca la calle Barbacana, que sigue la línea de la muralla árabe hasta llegar a la puerta del azogue, la más importante de las siete referidas. Una puerta de origen románico pero cuyos baluartes se convirtieron en viviendas.
Apenas traspasamos la puerta unos azulejos nos señalan un muro que oculta «el jardín de la señora«. Este reza de la siguiente manera. «Rincón umbroso y legendario donde Dª Maria de Salinas disuadió al carlista Valmaseda de pasar a la villa a sangre y fuego en 1838». No he podido averiguar que es lo que hizo la «señora» en tan umbroso rincón para convencer al carlista
La Casa del Moro.
Si la traspasamos la Puerta del Azogue, accedemos a la calle de los santos Justo y Pastor. Aquí se encuentra la Casa de los Proaño, conocida popularmente como Casa del Moro, por la cabeza cortada sobre un alfanje.
Cuenta la leyenda narrada por el monje de Arlanza, Fray Gonzalo Arredondo, que durante la conquista de la villa por Fernán González, el Conde se enfrentó en combate singular al alcalde moro Abubad y le corto la cabeza de un tajo.
Explicado de otra manera. Fernán Gonzalez es un Conde que quiere ser Rey a costa del reino de León. Por tanto necesita labrarse una imagen legendaria de paladin cristiano. Y el señor Fray Gonzalo Arredondo es su «jefe de comunicación«.
Hoy el palacio es un restaurante especializado en eventos.
Justo enfrente se encuentra la antigua iglesia románica de los santos Justo y Pastor actualmente Museo de los Fueros.
Iglesia de la Virgen de la Peña.
Sin salir de la calle en donde nos encontramos y aunque esta cambie de nombre, si avanzamos 400 metros llegaremos a la iglesia de la Virgen de la Peña. Románica del siglo XII y con pórtico del siglo XVI. Es una iglesia que imita en muchos aspectos a la Iglesia del Salvador del siglo XI. No obstante su tímpano de entrada es el elemento más destacable y único en su género en Segovia. Este contiene una iconografía con Pantocrátor, Tetramorfos, Crismón sostenido por ángeles y los veinticuatro ancianos. Su influencia es aragonesa y podría deberse a la época en que Alfonso I de Aragón poseyó la villa como dominio aragonés.
La iglesia contiene a la patrona de la villa, Nuestra Señora de la Peña, una talla de la virgen del siglo XII en un retablo churrigueresco separado por una verja de la nave.
Iglesia del Salvador
Se encuentra en lo alto de la villa y bien visible desde la Plaza de España. Es la más antigua (siglo XI) de la provincia de Segovia, y uno de los mejores exponentes de románico segoviano. Por tanto bien merece subir a la misma y no dejarse intimidar por la pronunciad cuesta que nos lleva hasta ella.
Lo primero que nos llamara la atención aun sin ser expertos, es la altura de la nave, muy superior a lo habitual. Es una nave con bóveda de cañón y un solo ábside semicircular. Tiene tres arcos fajones y arcadas ciegas.
Como es común en Segovia cuenta con un buen pórtico del siglo XII, con parejas de arcos que se juntan en columnas.
La robusta torre se encuentra separada de la nave pero unida por un pasadizo.
Desde El salvador se tienen unas buenas vistas de la localidad.
Otras dos visitas imprescindibles en Sepúlveda son el excelente Museo de los Fueros. Y si tenemos tiempo, y deberíamos tenerlo, pues es una visita altamente recomendable. La ermita de San Frutos en el Parque natural de las Hoces del Duratón. Pero ahora vamos a comer.
Comer en Sepúlveda. Territorio del cordero lechal
Aunque hay más lugares en la provincia, Sepúlveda forma junto con Pedraza y Riaza el triángulo de figones segovianos que todos los fines de semana recibe infinidad de turistas de toda España, pero especialmente de los madriles.
Con esto quiero decir que la oferta de lugares para degustar cordero es enorme, con gran competencia y difícil de calibrar sino se tienen referencias solventes.
Aquí dejo el enlace de Tripadvisor para los que quieran consultarlo.
En cuanto a mi elección personal, fue El Fogón del Azogue, donde pude degustar, como no podía ser de otra manera, el Cordero Lechal, o Lechazo asado. Que además sabe mejor si consigues mesa en la terraza con vistas a la románica Sepúlveda.
Alojamiento.
En cuanto al alojamiento, dejo igualmente la calificación de Tripadvisor. Y mi elección, en este caso el Hotel Rural Puente del Duratón , donde se puede disfrutar de una buena habitación, al tiempo que tiene un restaurante muy adecuado y con buen servicio en todos los órdenes.
2 comentarios
Qué preciosidad, Castilla me arrebata. Toda ella, la Vieja y la Nueva, León y la Mancha. Aún no conozco Sepúlveda, me gusta mucho leer posts sobre estos lugares a los que HAY que ir. Gastronómicamente soy un cero a la izquierda del cero a la izquierda, mejor no opino. Pero sobre las fotos y la introducción al lugar, gracias por compartir e ilustrar.
Gracias a tí Annick por el comentario. Aqui se puede ir en un día desde Madrid, asi que espero que puedas ver pronto la ciudad y sus alrededores