La playa fluvial de Ponte Caldelas.
Ponte Caldelas, se encuentra en la provincia de Pontevedra, a 17 kilómetros de esta ciudad, y 41 de Vigo. Aqui se encuentra la Playa fluvial de Ponte Caldelas, un excelente espacio acondicionado para el baño de mayores y niños. Además tiene el aliciente de encontrarse en un precioso paraje de bosque humedo atlántico.
Su nombre se deba al antiguo puente sobre el rio verdugo, y a la presencia de aguas termales (caldas).
La villa pertenecía a los dominios del arzobispado de Santiago de Compostela, siendo su insigne Obispo Gelmírez quien proporciono privilegios a la villa. Y en 1126 Alfonso VII le concedió el título de La Muy Leal.
Un bosque mágico.
En esta villa tenemos una playa fluvial. Algo no muy habitual en tierras gallegas. Pero no es su único atractivo pues no es necesario tomar un baño para disfrutar de este entorno.
Esta playa fluvial se encuentra en un medio de un magnifico bosque húmedo de carácter atlántico, al igual que las Fragas del Eume en A Coruña.
Este paisaje de aire húmedo, robles, musgo, castaños y abedules, envuelto en el sonido del agua, supongo que es, el estimulo necesario para la creencia en meigas, trasgos, lobishomes y demás leyendas de la Galicia más mágica.
Una playa con todas las comodidades.
Para llegar a la playa hay que caminar por el contorno del rio Verdugo que circula permanentemente escoltado por una tupida y densa masa de arbolado.
Se trata de un atractivo recorrido apto para cualquier persona. El trayecto se inicia en el puente que cruza la localidad y no llega a 1 kilómetro la distancia que nos separa de la playa fluvial de A Calzada.
Se puede hacer por dos sendas. Una junto al río pero en la propia acera de la carretera, y otra casi a la orilla del río que podremos realizar en función de las lluvias. En la acera cuenta con iluminación y a mitad de trayecto se encuentra una estatua dedicada al pescador.
No en vano aquí se celebra una de las populares fiestas gastronómicas de Galicia. La Fiesta de la trucha o Festa da Troita, que tiene lugar el último domingo de Mayo. No se trata solo de ir a comer trucha, sino que es un concurso de pesca en toda regla y una de las citas más esperadas por todos los pescadores de Galicia y del norte de Portugal.
Finalmente tomar un baño no es imprescindible, pues estamos en Galicia no en Alicante y aquí los días anuales con posibilidad de darte un chapuzón no son excesivos (y menos en las fresquitas aguas de un río) salvo que seas de Bilbao.
Pero el lugar presenta más posibilidades, pues tiene todas las instalaciones necesarias para realizar un picnic, además de bar, baños, aparcamiento, y parque infantil.
La playa fluvial de Ponte Caldelas supone un plan perfecto tanto para bañarse como para gozar de un bello entorno de bosque atlántico.
4 comentarios
¿hay algun cartel que impida el baño a perros?
Sinceramente no se responder a tu pregunta. Pero sospecho que no es posible.
Naturaleza, relax, agua… ¡que más pedir!
Le tengo muchísimas ganas a Galicia. A ver en los años que vienen si convenzo a quién conduce la furgo… 😉
Un abrazo,
Irene
Puedes decirle al conductor que en Galicia hay bastantes posibilidades de surf en todas las modalidades.
Un abrazo
Salvador