Excursión a Canterbury
Una visita desde Londres
Canterbury histórica ciudad de Inglaterra se encuentra a casi 110 km al sureste de Londres, suele ser, al igual que Oxford, Cambridge o Bath uno de los principales reclamos turísticos para excursiones de un día desde Londres y no desmerece en lo absoluto a las localidades antes mencionadas. Presume de ser una de las poblaciones más antiguas de Inglaterra con vestigios prehistóricos, romanos, y de todas las épocas medievales.
Algo de historia
El año 597 es el que marca su significación histórica, en esa fecha llegan a Canterbury cuarenta monjes benedictinos al frente de Agustín, futuro San Agustín de Canterbury, considerado el Apóstol de Inglaterra, su misión, evangelizar las islas por lo que se convertirá en el primer arzobispo de Canterbury. Desde entonces primero como arzobispado católico y luego tras la ruptura con Roma es el centro de la Iglesia anglicana y sede del arzobispo primado de Inglaterra.
La ciudad es patrimonio de la Humanidad al incluir la UNESCO en su lista a la iglesia de San Martin, la abadía San Agustín y la Catedral de Canterbury.
Su condición de ciudad turística se ve refrendada no solo por sus monumentos sino por la amplia oferta de visitas guiadas, pequeños museos temáticos entre los que destaca el dedicado a “Los cuentos de Canterbury” de Geoffrey Chaucer, obra cumbre de la literatura inglesa medieval, también un Ghost Tour, algo que ya parece un clásico en las islas británicas. Que tendrán que todos los fantasmas que tienen una predilección por pasar la eternidad en las brumosas islas.
La Catedral del Canterbury
La principal atracción es la catedral, fundada por Agustín de Canterbury, ya que varios estudios arquitectónicos confirman restos de una fundación sajona coincidente con los tiempos del primer arzobispo. El templo principal se edificó en estilo románico que en Inglaterra es referido comúnmente como estilo normando o anglonormando para diferenciarlo del normando francés. El incendio de 1174 acabo con la mayor parte del edificio, pero ha sobrevivido la gran cripta anglonormanda con columnas de estrías helicoidales. Aquí se conservaban las reliquias del templo, objetos de un gran valor no solo religioso sino también económico, (los que hayan leído Los Pilares de la Tierra sabrán de lo que hablo). La vatedral de Canterbury es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1988.
Thomas Becket
Pero si una reliquia destaco entre otras muchas fue la de los restos de Tomás Becket presuntamente ordenado asesinar por Enrique II, así que si le echamos imaginación tal vez imaginemos a un atribulado Peter O´toole ante los restos de Richard Burton. Unos restos que ya no están allí pues Enrique VIII ordeno exhumar el cadáver y someterlo a juicio, siendo hallado convicto de traición y condenado a que sus huesos ardieran en la hoguera.
El caso es que las reliquias de Tomás Becket fueron tan veneradas que casi financian por entero el nuevo edificio gótico.
A finales del siglo XIV y principios del XV se erigió la nave central con las características nervaduras que abundan en todas las catedrales góticas de Inglaterra. La torre normanda que había sobrevivido al incendio de 1174 fue demolida en 1430 y comenzando en 1490 y finalizando en 1498 se construyó la llamada Bell Harry Tower conocida en sus tiempos como la mas hermosa de la cristiandad.
Sería aburrido hablar del interior pues no es este un blog de arte, pero destaca la tumba de Eduardo de Woodstock, Príncipe de Gales y que ha pasado a la historia como el Príncipe Negro, por el color de su armadura. Realizada entre 1370 y 1380 es probablemente la mejor muestra de una técnica escultórica genuinamente británica, y muy extendida en el siglo XIV pero con raíces anteriores, el cobre dorado, que permite una gran riqueza de detalles en su armadura.
El Buttermarket y High Streeet
Acabado el baño cultural habrá que comer (o beber) y ningún lugar es más pintoresco que el buttermarket, presidido por el memorial war a los caídos en la Gran Guerra, y donde destaca la Cathedral Gate o Christ Church Gate que da paso a la explanada de la catedral. Es una puerta profusamente decorada, construida en 1517 en honor del príncipe Arturo hermano de Enrique VIII, desde entonces ha sufrido varias reformas. Esta plaza tiene una larga historia y previamente fue conocida como Bull Stake, donde los toros eran atados y los perros (quizás los famosos bulldogs) los despedazaban, alegando que esto provocaba que la carne del animal quedara más tierna al ir a la carnicería. Sin embargo desde 1789 se consideró más apropiado llamar al lugar Buttermarket.
Desde la plaza sale la pintoresca calle de Mercery Lane que atraviesa High Street, la calle mayor vamos. En caso de no tomar la comercial calle “mayor” siguiendo de frente encontraríamos en St Margaret´s Street, The Canterbury Tales Atracction una simpática atracción que escenifica algunos de los cuentos medievales de Chaucer.
Si por el contrario doblamos en High Street, además de los numerosos comercios veremos varios pubs donde probablemente nos llamara la atención The Old Weavers House con sus blancas paredes atravesadas por vigas de madera negra. Construido a principios del siglo XVI toma su nombre de los “tejedores” flamencos y hugonotes perseguidos por motivos religiosos y a los cuales la reina Isabel I otorgo cobijo y derechos comerciales. El edificio da a un pequeño brazo del rio Stour que además es el punto de partida de los paseos en bote por los canales. En el Old Weavers House se puede degustar típica comida británica. Dejo a la imaginación del lector la decisión de si esta última afirmación es una invitación a entrar o a salir corriendo.
Finalmente si continuamos por High Street nos toparemos con la Westgate, que es la mayor de las siete puertas medievales que tuvo la ciudad, siendo hoy uno de sus símbolos más reconocibles. En su interior alberga un museo militar. Si no nos interesa el museo a la izquierda se encuentran los muy acogedores y recomendables (sobre todo en verano) Westgate Gardens un auténtico remanso de paz donde tumbarse a orillas del canal y los pequeños puentes que lo cruzan.
Voy a finalizar esta entrada con una vieja anécdota, he viajado a a Inglaterra casi desde que tengo uso de la razón, fundamentalmente por que una familiar trabajaba de enfermera en el King Edward VII´s Hospital, uno de los más elitistas. En una ocasión trajo del hospital una lata de caviar irani de las que cuestan 180 euros los 100 gramos como mínimo. ¿La razón? El arzobispo de Canterbury pasó unos días ingresado y olvidó una de las latitas de caviar, que usaba como tentenpíe durante su suponemos penosa convalecencia.HOSPITALKING EDWARD VII’s HOSPITAL